Hace unos años,
un enero estuve sufriendo tanto el calor que le mande mi cv a diarios y medios
de Tierra del Fuego. Hubo un diario en particular, me enamoré de su nombre porque
se llamaba Diario del Fin del Mundo. “Ahí me quiero ir, Amadeo” le dije emocionada,
“al fin del mundo a disfrutar del frío un rato”.
Limpia de enero
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