Cenote Zací

El Zací, que en lengua maya quiere decir “gavilán blanco”, es un cenote ubicado en pleno centro de la Ciudad de Valladolid, sureste mexicano. Los cenotes, depósitos de agua dulce que se encuentran dentro de cavernas o grutas, y lugar donde los mayas realizaban sus ofrendas para agradecer el vital líquido, se consideran sagrados. Se cree que su formación tiene origen en la última era glacial, hace unos 15 mil años, cuando los niveles del mar cambiaron. Otras teorías, dicen que su origen tiene relación con el impacto del meteorito Chicxulub, que cayó en la punta continental de la Península de Yucatán, hace 65 millones de años.


El nombre Zací recuerda a la ciudad prehispánica que se asentaba en la zona, donde según cuenta la leyenda, la hermosa Zac-Nicte, nieta de la hechicera local, y Hulkin, hijo del cacique del lugar, se enamoraron tan profundamente con las aguas del cenote, donde se reunían a escondidas. En uno de esos encuentros, la joven quedó embarazada. El padre de Hulkin, molesto, envió a su heredero a otro poblado, presionándolo a casarse con la hija de un cacique vecino, con quien ya se había pactado una alianza.

Hoy, Zací sigue imponiéndose majestuoso. Es uno de los pocos cenotes que se encuentran a cielo abierto y uno de los más grandes con esta característica. Su espejo de agua, en forma ovalada, tiene 28 metros de diámetro en la parte mayor y 25 en la menor, y la altura entre la bóveda y la superficie acuífera es de 26 metros. Dentro de una de sus cavernas, descansa la ya más moderna devoción de los mexicanos, la Virgen de Guadalupe, las más queridas del país. Antes de zambullirse en las aguas, los creyentes se detienen a prodigarle unas oraciones, pidiéndoles protección para evitar cualquier percance desagradable. Como ofrenda, le dejan una flor.


El Zací es imponente por su tamaño y belleza, sí, es imponente por el color de sus aguas que contrastan con las rocas y varían de intensidad según la luz del día, pero también es imponente por la calma que inspira, por el silencio de la naturaleza que lo rodea y porque a pesar del tiempo, mantiene vivo un recuerdo que invita a la reflexión.